jueves, 3 de marzo de 2011

Retales de pasado.

Llevo un rato dándole vueltas a sobre que escribir, y finalmente he decidido abrir mi pequeña libreta de secretos ya que seguro que ahí veo algo sobre lo que mi mente empiece a pensar automáticamente. Pero después, un chico me dijo que contase algo sobre mi actitud en el insti y sus personas. Bien, veamos que os puedo relatar:

Estoy en cuarto de la E.S.O. arrastrando mis maravillosas mates de tercero, soy inteligente pero no estudio y apruebo a base de chuletas. Soy lo que se podría decir, la tía más corriente del universo. Soy la friki de clase por la única razón de que los pijos y la cani de clase lo decidieron así y bueno, me gusta reírme de ellos. Juro hacerlo inconscientemente, pues las borderías y contestaciones me salen sola, mecánicas.

 Paso las horas dibujando sobre las mesas, durmiendo, copiando deberes de próximas horas, masticando chicle o asesorando a mi querida compañera sobre sus relaciones sentimentales. He de decir que siempre odié que se criticase a una persona sin conocerla previamente, pero yo lo hice con ella. Lo siento ya que, en el fondo si no fuese por ella mi día a día en clase sería una gran mierda. Le estoy enseñando a escribir correctamente, y a hacer muñequitos de budú con papel. Bueno no espera, yo tampoco sabía como se hacían y finalmente en vez de hacer un muñeco, hice una tortuga. No importa, aprendió a volar saltando por la ventana.

 Siempre he tenido problemas allí dentro, y estoy deseando acabar este año para pirarme. Recuerdo que en primero amargué –inconscientemente- a una niña de clase. En segundo comencé a hacerlo conscientemente, tuvo que estar en tratamiento psicológico, y mientras tanto mi tutora, la que se supone que debía ser la que se preocupase por mi y tal, me amenazó con ponerme con el jodido culo en la calle si seguía así. Pensé en pillarla en la calle, reventarla y después si le quedaban cojones, que se lo contase a su puta madre. Finalmente me conformé con destrozarla psicológicamente ya que la violencia física nunca me ha gustado. En tercero, bueno chaval, en tercero fue una puta movida. Había otra chica, no recuerdo si dos o tres años mayor que yo, la cual siempre andaba sola. Por caridad le ofrecimos que pasase los recreos con nosotras y bueno, una cosa llevó a la otra y quiso hacer vida social fuera de clase con mis amigas y conmigo. Llamadme fría, pero no consentí que mi grupo aumentase. Esta girl de la que os hablo, perdió a su madre de pequeña y bueno, está tocailla de la cabeza. Sí, amenazó con suicidarse. Creo que nunca lo dije ya que esta solo es mi segunda entrada, pero si hay algo que odio con lo más profundo de mi ser, es a la gente que intenta llamar la atención a cualquier precio. Pasó el tiempo y movida por aquí blablá, movida por allá bleblé… Se descontroló, un día de buenas a primeras entró en mi clase, y me pegó. Sí, muy probablemente me lo tuviese merecido, pero a mi no me humilla ni Dios, y menos delante de todo el mundo. Que no me gustaba la violencia física ya lo comenté así que bueno, la separaron de mi y huyó. ¿Maltrato psicológico? Creo que ya os habréis percatado de que es mi perdición. Suelo ser observadora y estar atenta a los puntos débiles de la gente y bueno, el suyo era su madre, su madre muerta. Echadle imaginación, odiadme, dejad de leer mi blog si queréis, no me importa. Esta es mí jodida libertad de expresión.


[DATO A CONOCER: Nunca suelo releer mis entradas antes de publicarlas. ]

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