viernes, 4 de marzo de 2011

Mañana es la fiesta de Carnaval.

Es viernes y odio los viernes. Llueve y amo la lluvia. Llueve y mi madre viene a buscarme en coche a clase. Mi madre tiene este detalle, y la amo. Al llegar a ella veo que una de mis queridas y adoradas amigas está junto a ella. Yo sola deduzco que la muy perra se arrimó a ella solo porque no tenía paraguas. Lo deduzco, y acierto. Pienso en hacerle la zancadilla aprovechando que tiene muletas, pero no lo hago. Finalmente la llevo en coche hasta su casa, y me despido con una falsa sonrisa de ella. Pienso, muérete, pero no lo hace. Llego a casa, hay cocido para comer, y la que muero soy yo. 

 Bien señoras y señores, hoy a primera hora, para empezar el día con ganas, he tenido clase de lengua con la adorada profesora que años atrás me hizo llorar. Iba a comenzar con el modernismo, e intentaba definir a aquellos escritores. Según ella, eran diferentes al resto de la sociedad y por ello eran frikis. He de comentar que esta, nuestra jefa de estudios detesta que etiquetemos a las personas con apelativos deteriorativos. El caso es que todo el mundo miraba hacia mi y eso me hacía sentirme importante, gracias.  

Después de esta pequeña información, me dispongo a escribir un par de secretillos sobre mi vida. Total, ¿quién me conoce? 

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